
El budismo es único entre las llamadas religiones del mundo porque carece de criterio alguno en lo concerniente a la ortodoxia. No tiene papa, ni dogmas en que sea obligatorio creer, ni existe una Biblia, en el sentido cristiano. Carece del equivalente del bautismo cristiano, y nadie puede ser expulsado de su grey. En resumen, “el budista es lo que el budista hace”.
Juzgado según los criterios ordinarios, el budismo no es ninguna religión. Los signos distintivos de una religión son un Dios personal, un alma no cambiante e inmortal, y la necesidad de la salvación última por ese Dios. Estos tres factores no figuran en el budismo. La importancia de la distinción estriba en que todas las religiones señalan una autoridad y el budismo no tiene ninguna. Nunca debe olvidarse el consejo que se afirma que dio el Todo Iluminado (el Buda Sakyamuni) a los hombres: “No os dejéis engañar por el conocimiento profundo de los textos sagrados. Ni por la simple lógica y la deducción, ni después de considerar las razones, ni después de reflexionar acerca de algún punto de vista y de haberlo aprobado, ni porque el hombre (que pregona ese punto de vista) sea vuestro maestro”.
La humanidad cuenta con una relación escrita del budismo que, en el transcurso de los dos mil años desde que fue redactada por primera vez, evidentemente ha sido sometida a adiciones, eliminaciones y aclaraciones; pero cuando el canon fue escrito había ya pasado por cuatrocientos años de memorización, y es inconcebible, a pesar de las facultades de memorización de los indios, que lo que se escribió haya sido precisamente lo que escucharon quienes se hallaron en presencia del Señor Buda. Solo se ha repetido lo que se ha podido comprender de las enseñanzas en el primer gran Concilio y, por muy grandes que hayan sido esos hombres, no eran de la talla de Buda el Iluminado.
En cuanto a la palabra “budismo”, este es un término occidental aplicado a la inmensa gama de diversos pensamientos y enseñanzas que ahora se encuentran en diferentes partes del mundo.
Christmas Humphreys / El camino de la vida según el budismo.
COMENTARIO: Estimados amigos del Camino, este blog, Muellezen, ha tenido a bien difundir durante diez años las enseñanzas de antiguos y modernos maestros y de un buen número de practicantes del budismo zen como un reconocimiento a Siddharta Gautama, el Buda. Su enseñanza nos ayuda a controlar la Mente, superar nuestro mal karma y liberarnos. Esta es mi colaboración personal para su magnánima obra. Su mal karma (el de ustedes), como bien lo diría mi maestro Taisen Deshimaru, les ha brindado la oportunidad única de contar con estas tres mil lecciones de vida. Dispongan todos los seres sensibles de ellas para ayudarse a ser felices y crear su propio buen karma. Escuchar o leer sobre el Dharma de Buda es un hecho sinigual para un hombre; aprovechemos esta oportunidad única.
¡Sean 1000 textos para el Buda, 1000 para el Dharma y 1000 para la Sangha!
Mi sincero agradecimiento a mis padres, Emmanuel y Ana Graciela por darme la vida y la inspiración para practicar la Vía. Gracias a mi maestro Taisen Deshimaru por dejar una huella de su dharma en mi mente y al sensei Yves Nansen Carouget por plantar la semilla del Zen en Venezuela. Gracias también a los buscadores del Dharma cuya sed inspiró la creación de este muelle de Verdad. Puedan todos los lectores de muellezen participar del gozo y la liberación que nos proporciona el Dharma de Buda. Hoy finaliza esta hermosa tarea…lo que ustedes hagan con estas enseñanzas para transformar sus vidas será valioso para la humanidad entera. ¡Gassho para todos! “Para ser budista hay que ser budista”.
Sensei Paul Quintero / Monje zen