En nuestro país existe una fuerte comunidad Zen con varios monjes Zen ordenados algunos por Sensei Deshimaru, Roland Rech, Michel Bovais y otros por el Sensei Yves Carouget. Parece muy raro que alguna persona de nuestra comunidad este trayendo monjes extranjeros para dirigir encuentros Zen (sesshin) y para ofrecer ordenaciones en nuestro país. Esto, sin duda, es un golpe bajo al trabajo maravilloso, serio y productivo de Yves Nan Sen Carouget que desde 1973 se entregó a la difusión del Zen en Venezuela. Yves fue el pionero. Él fue el hombre de hierro del Zen venezolano. Yo no veo necesidad alguna de importar forasteros para estas ordenaciones. ¿Será que es tan poca la fe en la transmisión del Dharma recibida? – Un monje Zen venezolano puede ordenar a otras personas si tiene fe en su propia ordenación.
No es que nuestros amigos del Dharma no puedan visitarnos y hablarnos del Dharma. Yo hablo de las ordenaciones. ¿A que le tienen miedo? El Zen venezolano es un Zen Carouget. ¿Aún no lo entienden? ¿Es que no son capaces algunos de ser co-creadores de un Zen venezolano genuino? ¿Aun necesitan muletas Zen extranjeras? – Esto da pena.
“Había una vez un hombre que mirando el reverso de un espejo, no lograba ver su cara ni su cabeza. Debido a esto enloqueció.” (The teaching of Buddha)
En uno de mis textos anteriores en este blog (En Venezuela todos somos Yves) ya expuse este punto de vista. Yo tengo una fe absoluta en su enseñanza. Es el Zen puro, genuino y latino de este gran monje Nansen Carouget el que debemos seguir y hacer crecer y florecer. Si no, ¿para que dio su vida por la difusión del Dharma en nuestro país? – Honor y respeto a quien lo merece. Yves lo expuso muchísimas veces: “No necesitamos de nadie foráneo para fortalecer nuestro Zen en Venezuela.” – Tengan fe en ustedes mismos queridos amigos de la sangha venezolana. Si no, perderán el espíritu de Buda transmitido a ustedes a través de las ordenaciones recibidas del Sensei Yves Carouget. Mírense en el lado brillante del espejo. HOY.
“En la Vía del No-Miedo, los que sienten miedo no pertenecen a esa Vía.”
Sensei Paul Quintero / Monje Zen
“Wenn niemand singt, singe ich.” / Si nadie canta, canto yo.